La crianza contenida

¿Qué son realmente los buenos tratos? ¿Qué hacemos con las emociones complejas cuando aparecen? ¿Qué hacemos con nuestro enfado, nuestra rabia, despertada por las actuaciones de nuestrxs hijxs? ¿De verdad nos creemos inmunes a estas emociones? ¿Pensamos realmente que podremos ser la madre (o el padre) hiper comprensiva que todo lo puede acoger? ¿Realmente creemos que este es el ideal de crianza?

Acompañar un cuerpo en construcción

Las y los bebés nacen inmaduros, mucho más que las crías de otras especies. Y esta inmadurez implica que durante los primeros meses se considera que están en un período de exterogestación.
¿cómo influye en el desarrollo del bebé (y del infante futuro) la manera en que manipulamos su cuerpo durante los cuidados cotidianos?

La infancia, nuestra configuración de fábrica

De alguna manera nuestra infancia, las vivencias que tenemos en los primeros años de vida, moldea lo que consideramos “normal”, las actitudes que nos permiten tener mayor éxito de supervivencia (como cualquier otro ser vivo, priorizamos aquello que nos permita sobrevivir), y nos abre o nos cierra a la confianza, al placer y al vínculo con los/as otros/as.

Cuidar el equilibrio familiar

Muchas y diversas familias van hacia un modelo en el que las necesidades de los más pequeños tienen un lugar privilegiado.
Y algunas veces, en esta búsqueda de generar una nueva manera en el acompañamiento de la infancia nos perdemos de vista a nosotras mismas y nuestras necesidades, y nos olvidamos que las mamás y los papás no somos asistentes de nuestros hijos, sino más bien modelos que educamos a partir del ejemplo.

Acompañar el vínculo entre hermanxs

¿Tenemos, los padres y las madres, responsabilidad en cómo se da la relación entre los hermanos/as? ¿Tenemos que hacer algo por remediarlo? ¿Cuál es nuestro papel?
Es muy difícil definir nuestro grado de responsabilidad “en general”, porque cada caso es único. Creo que cada una y cada uno lo puede al menos intuir si analiza su actuación frente a sus hijos/as.

Los hijxs reales

La inmensa mayoría de las mamás y los papás aman a sus hijas e hijos. No tengo la menor duda. Pero no siempre nuestro amor llega tal y como nos gustaría, no siempre es un amor que cumple las necesidades reales de los niños y niñas.
En este escrito me gustaría centrarme en lo que siento que es un punto complejo para la mayoría de mamás y papás: la aceptación de los hijxs reales, tal y como se presentan ante la vida.

Expresiones que nos incomodan

En la relación con nuestros hijos, además de lo que les trasmitimos de forma consciente, vamos dando muchas pistas no elaboradas y no conscientes de nuestra ideología, de lo que pensamos y sentimos.
En este devenir van sintiendo una invitación por nuestra parte a expresar determinadas cosas y a reprimir otras.

Por miedo al infante del futuro…

Si bien lo que vivimos en la infancia tiene consecuencias en el futuro porque se trata de una etapa fundante de nuestra personalidad, de nuestro yo, esto no significa que a la hora de tratar con niños/as necesitemos actuar pensando en el futuro. Sino más bien todo lo contrario. ¿Y si cambiamos la mirada y nos centramos en lo que es hoy importante para nuestros/as hijos/as?